En cualquier empresa, sin importar su rubro o la industria a la que pertenece, definir indicadores clave de rendimiento es clave para diagnosticar oportunamente el nivel de éxito de sus objetivos de negocio y mantener su desarrollo económico sustentable. Para este propósito, fijar los KPI indicados permite que puedas concretar las metas de tu plan estratégico a corto y largo plazo, seguir su avance y tomar decisiones en los casos que corresponda.

KPI es una sigla que identifica a los Indicadores Clave de Rendimiento (Key Performance Indicators en su idioma original); es decir, medidas cuantificables de cumplimiento para un objetivo específico dentro de un periodo. Puesto de otra forma, son las métricas importantes para tu negocio puestas en el contexto de las metas que necesitas alcanzar cada mes, generalmente monómicos o representados en forma de porcentajes que muestran claramente cómo vas, respecto a tus previsiones estratégicas para un determinado momento del año y girar el timón a tiempo para revertir aquellos KPI que van por debajo de lo esperado. 

Para ello, cada área de tu empresa debe fijar sus propios KPI según las metas que se le exigen y están dispuestas en su plan estratégico, en base a la importancia que tiene el indicador para el proceso que se desea medir y escogiendo solo aquellos que realmente son necesarios para hacer un seguimiento efectivo de las metas de la operación; sin embargo, también se suelen crear KPI para aspectos generales en una organización y que se calculan a partir de los resultados de los diferentes indicadores particulares que has definido. En muchas ocasiones, gran parte de estos procesos cuyo rendimiento se evalúa son ejecutados por empresas contratistas, que ofrecen parcial visibilidad del nivel de avance de los proyectos y su incidencia en el cumplimiento de los KPI que impactan, mediante reportería preparada a pedido de la empresa mandante, por lo que el dashboard incluye indicadores tanto internos como externos que contribuyen a un .

Debido a esta compleja interdependencia, resulta imprescindible observar los KPI en línea y no mediante informes a plazo vencido, ya que si el cumplimiento de un indicador depende de numerosos factores y no se analizan en un plazo pertinente, podría ser perjudicial para el sano desarrollo de la empresa revisarlos en un documento formal que detalle los aspectos en que se pudo haber puesto foco para levantar un KPI cuyo cumplimiento estuvo en riesgo desde mucho antes de recibir el reporte.

Crear dashboards que grafican el porcentaje de cumplimiento de cada KPI en tiempo real es, en este sentido, el paso idóneo para diagnosticar de manera acertada y en un momento útil para tomar decisiones para corregir cualquier desviación que se observe en los procesos de la operación. De esta forma, conforme se van ejecutando las tareas por parte de la empresa contratista, puedes monitorear la evolución de estas implementaciones y accionar los cambios que creas necesarios sin demoras, mejorando la eficiencia y de forma considerable respecto a la observación tardía en reportes, por completos que aquellos sean.

Con este fin, utilizar herramientas como Power BI, en que puedes crear una oficina virtual donde se publican dashboards que reflejan los KPI configurados para monitorear procesos de tu interés y cumplimiento de indicadores clave, es altamente recomendable si lo que deseas es tomar decisiones oportunamente y tener un control efectivo de la performance de tu empresa.